<p>Actriz, empresaria teatral y mito para toda una generación de españoles. Pero ni se les ocurra incluir a <strong>María José Cantudo</strong> en <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/cine/2023/03/15/6410cb5a21efa00d688b457c.html»>el cine del Destape</a> o definirla como <i>vedette</i> porque en ese caso se las verán con <i>La Cantudo</i>. <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/cine/2022/08/09/62f26fcc21efa06a0d8b45b9.html»><i>La trastienda</i> está a punto de cumplir 50 años</a> -echénse las manos a la cabeza los que fueron a verla a escondidas- y, ante todos ustedes, su indiscutible protagonista.</p>
Actriz, empresaria teatral y mito para toda una generación de españoles. Pero ni se les ocurra incluirla en el cine del Destape o definirla como ‘vedette’ porque se las verán con La Cantudo.
Actriz, empresaria teatral y mito para toda una generación de españoles. Pero ni se les ocurra incluir a María José Cantudo en el cine del Destape o definirla como vedette porque en ese caso se las verán con La Cantudo. La trastienda está a punto de cumplir 50 años -echénse las manos a la cabeza los que fueron a verla a escondidas- y, ante todos ustedes, su indiscutible protagonista.
- ¿Cuál es la trastienda de María José Cantudo?
- Mi trastienda es la de una niña de 15 años que llegó a Madrid, que con 18 hizo la película más taquillera del cine español y voy a aclararlo ya para empezar que esa película no era Destape. Era una crítica al Opus, a la frivolidad y a la hipocresía de cierta parte de la población.
- Aunque este país haya cambiado, ¿esa hipocresía sigue estando?
- La hipocresía de la gente sigue igual. Aún hay mucha gente que vive por el qué dirán, por sus estúpidos egos y por creerse más que nadie. Por suerte yo no soy así, yo soy sencilla y nunca me creí nada. Solamente he creído en el trabajo, en la profesionalidad. Eso sí, soy una mujer valiente, echá palante, que si voy, voy.
- ¿Con qué soñaba aquella María José adolescente?
- Con ser una gran decoradora porque desde pequeña he ido con mi abuelo, que era arquitecto, a las obras. Yo tengo alma de albañil, mis casas las hago yo. El arquitecto va por allí, pero las hago yo. Por eso me gusta tanto el teatro porque ahí puedo elegir los decorados, los vestuarios, las luces… Yo siempre ensayaba la última porque estaba pendiente de todo eso cuando era empresaria.
- Aquel desnudo de ‘La trastienda’…
- Ahí te callo, yo no he hecho ningún desnudo porque yo no hice Destape. Yo no trabajé con ninguno de esos cómicos, que les tengo una admiración enorme, pero mis películas no han sido de esas. En La trastienda lo que se iba a ver en España era solo una chica que se mira al espejo mordiendo una manzana. Pero se muere Franco unos meses antes de estrenar y se mete la escena entera del espejo. Fíjate qué pecado tan grande cometí. Yo podría haber cobrado un montón de millones haciendo Destape, pero me fui al teatro ganando muchísimo menos.
- ¿Le sigue doliendo que se la recuerde por aquella escena?
- A mí ya la gente me conoce y no puedo ni salir a la calle por todo el cariño que recibo. Yo soy una clásica, a mí me conocen la abuela, la madre y la hija. Porque todas me han visto en algo. Yo me quedo con lo que me quiere y me respeta el público. Voy a una televisión y el público se me pone en pie. Eso es lo que yo me llevo de esa profesión más que la envidia.
- Si no es actriz de Destape ni vedette, ¿se ha levantado un mito de este país sobre una mentira?
- Eso es así porque la gente es muy mala, ni soy actriz de Destape ni vedette. Ni siquiera en mis obras musicales me he puesto plumas, yo iba vestida de Dior y de los mejores modistos españoles. A lo mejor todo esto pasa porque yo nunca tuve subvenciones del Estado, no voy a los premios Goya y no he hecho una serie de cosas. Siempre he llenado mi teatro con gente de todas las ideologías, respeto al ser humano y sobre todo respeto a mi país. Tengo la bandera de España en el balcón porque amo mi país, amo España y cuando vuelvo de un viaje beso el suelo como el Papa.
- ¿Qué siente hacia España?
- Nuestro país es maravilloso, pero ahora siento tristeza. Me duele el corazón porque España es tan bonita, tan grande y ahora mismo tenemos un momento difícil. No merecemos lo que tenemos, le pido a Dios que nos ayude un poquito a salir adelante, que esto pase lo antes posible y que los españoles no suframos.
- ¿Se refiere al Gobierno? ¿Me está diciendo que no le gusta?
- Ahora mismo, según están las cosas, no es un gobierno ejemplar. Yo no sé si será verdad o será mentira. Los que nos mandan ahora me parece que no tienen la credibilidad de la gente. Lo que quisiera es que esto se resolviera cuanto antes. Quiero que la gente joven vuelva a tener ganas de luchar, de seguir adelante y la ilusión que nosotros teníamos.
- En el resto de cuestiones es usted muy clara, pero con la política le está costando y se lo está pensando.
- Lo que yo pienso me lo tengo que guardar porque soy una persona que puedo influenciar a mucha gente. La gente que nos dedicamos al público tenemos que dedicarnos a eso. Nunca me he metido en política ni me quiero meter porque siempre he tenido un par de aldabas. Y digo aldabas porque soy más pija que la leche y no digo picardías.
- Vamos a probar con la Monarquía, ¿monárquica se considera?
- Yo he tenido la suerte de que los Reyes han ido a verme. A la Reina Emérita la adoro. Sí, yo soy monárquica porque yo soy de España. Te he dicho antes que yo lleno el teatro con toda las ideologías y también con los Reyes. En mi teatro entra todo el mundo, casi siempre pagando, porque sino no puedo cubrir. Yo soy del público.
- ¿Feminista se considera?
- ¿Feminista? Yo soy una mujer que le hubiera gustado conocer el amor de su vida y tengo un gran respeto hacia los hombres. Y me refiero a caballeros, hombres que te traten maravillosamente, que tengan dos aldabas, que no sean cobardes. Yo defiendo a la mujer igual que defiendo a un hombre, los dos somos igual de válidos. No sé qué decirte de ser feminista, no voy por ahí con un cartelito. A mí los hombres me han respetado así que no tengo nada contra un hombre. Yo sería incapaz de estar con un hombre por dinero o por posición social si no lo amo. Tampoco con uno que tuviera mujer, me genera mucho rechazo.
- ¿Es usted romántica?
- Ahora mismo llevo 20 años estando sola, ni tengo amantes, ni tengo amigos, ni cosas raras. Creo en un amor que casi no existe, en el de alguien que sea capaz de dejarlo todo.
«Yo no voy a misa todos los domingos, pero lo más grande que hay en mi vida es Dios»
- Tengo entendido que usted es muy católica, ¿qué importancia tiene la religión en su vida?
- Yo no voy a misa todos los domingos, pero lo más grande que hay en mi vida es Dios. Lo demás no me interesa. Respeto a las monjas, a los sacerdotes y adoro al Papa Juan Pablo II desde que fui a visitarlo. Yo todos los días hablo con Dios y quien crea que no estoy bien de la cabeza que diga lo que quiera.
- Usted también hace gala de no haber recurrido nunca a la cirugía estética. ¿Por qué no lo ha hecho?
- Yo el cirujano lo tengo en el alma, que es en el que creo. No me cuesta nada y me lo hace perfectamente. Además tengo un problema de cicatrización y no me van a dejar la cara hecha un cuadro para ponerme las orejas hacia arriba o tocarme los labios. Yo me veo bien, me veo la misma persona porque hay una cosa que no cambia en la persona en su vida. ¿Sabes cuál es?
- No, dígamela usted.
- Los ojos siempre son los mismos, desde que naces hasta que mueres. Yo me miro al espejo y claro que ahora tengo menos morrito, pero yo me miro a los ojos y todavía no están cansados. Tienen vida. Con esta edad me va a importar nada eso. La belleza se tiene dentro y además seguro que hay gente con 30 que está peor que yo.
- ¿Dónde ha estado usted estos últimos 20 años? Porque públicamente la hemos visto muy poco
- Pues he hecho muchas cosas, pero como yo no me tiro el pisto. A mí me ofrecen muchas de cosas, pero no las hago porque no quiero. La Cantu se tiene que quedar como lo que es, una señora de teatro y de arte. Y aunque no tenga para comer, por muy mal que me encontrara económicamente, no voy a hacer nada que pueda perjudicar todo el trabajo digno que he hecho. Y no sabes la de zancadillas que me han puesto.
- ¿Quién se las ha puesto?
- Yo me callo, nadie sabrá todo lo que a mí me han hecho porque nunca lo he dicho ni lo voy a decir. Cuando era una criatura me hacían llorar, pero la fuerza me la ha dado Dios. Estar en Madrid con 15 años y no tener ni para un cigarrillo no es fácil. Pero los hombres siempre me han tenido más miedo que un nublado. No sé si tenía una mirada muy dura. Ahora que tantas mujeres dicen que las querían violar, a mí no me hacían nada. Nunca me han dicho que no iba a tener un trabajo si no me acostaba con ellos. Ningún empresario.
- Pero conocerá a alguna compañera que sí lo sufrió si ahora muchas lo están contando.
- A mí nunca me hicieron eso porque sabían con quién sí y con quién no. Ahora mismo llevo 20 años estando sola, ni tengo amantes, ni tengo amigos, ni cosas raras. Siempre he sido así, con mi marido estuve cinco años casada y coincidíamos poco porque viajaba mucho. Con Pedro [Ruiz], él vivía en su casa y yo en la mía. Nunca he vivido en la casa de nadie, podía invitarlos a la mía, pero nada más. Yo no he tenido grandes amores que me han elevado, no he estado con señores que me han comprado una casa ni un visón ni una joya. Qué tonta fui
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