<p class=»ue-c-article__paragraph»>El agua subió a niveles que hacían peligrar la respiración. La presunta trama corrupta en el seno del PSOE y el Gobierno descrita por la UCO de la Guardia Civil elevó el nivel de la presión, llevando a los socios de gobernabilidad a recoger los botes salvavidas. Pero <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/06/26/685c41ace85ece334f8b4588.html» target=»_blank»>la cumbre de la OTAN</a> y el <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/06/25/685bf998fdddff59538b4596.html?intcmp=masnoticiasportada» target=»_blank»>debate sobre el gasto militar</a> permitió a <strong>Pedro Sánchez</strong> alcanzar una mascarilla con la que respirar oxígeno. Su rechazo a comprometerse a gastar el <strong>5% del PIB en Defensa</strong> y el presentarse como resistencia o antítesis de <a href=»https://www.elmundo.es/e/do/donald-trump.html» target=»_blank»>Donald Trump</a> le ha permitido salvar una importante papeleta entre sus aliados (parlamentarios). Pero ese flotador ha propiciado una tormenta en forma de amenaza de guerra arancelaria por parte de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/estados-unidos.html» target=»_blank»>EEUU</a>, en la que ahora la estrategia del Gobierno pasa por evitar el choque con Trump. Ahora sí, la consigna es no contribuir a la escalada.</p>
El Gobierno quiere «evitar el choque» con Estados Unidos tras el enfado del presidente norteamericano por la negativa de España a gastar un 5% en Defensa y Pedro Sánchez proclama que «EEUU es un amigo de España»
El agua subió a niveles que hacían peligrar la respiración. La presunta trama corrupta en el seno del PSOE y el Gobierno descrita por la UCO de la Guardia Civil elevó el nivel de la presión, llevando a los socios de gobernabilidad a recoger los botes salvavidas. Pero la cumbre de la OTAN y el debate sobre el gasto militar permitió a Pedro Sánchez alcanzar una mascarilla con la que respirar oxígeno. Su rechazo a comprometerse a gastar el 5% del PIB en Defensa y el presentarse como resistencia o antítesis de Donald Trump le ha permitido salvar una importante papeleta entre sus aliados (parlamentarios). Pero ese flotador ha propiciado una tormenta en forma de amenaza de guerra arancelaria por parte de EEUU, en la que ahora la estrategia del Gobierno pasa por evitar el choque con Trump. Ahora sí, la consigna es no contribuir a la escalada.
«Frente a las amenazas permanentes de Trump, la apuesta es clara: consideramos que cualquier aumento del gasto militar es un error y va en contra de lo que quiere la ciudadanía«. La frase la firma Mertxe Aizpurua, portavoz parlamentaria de EH Bildu, uno de los socios más estables de Sánchez. «Siempre ha sido una buena cosa cabrear a Trump, siempre sido una buena cosa cabrear a un fascista neoliberal», había resumido Gabriel Rufián, portavoz de ERC. La estrategia del choque ha servido de cemento para tratar de tapar alguna de las grietas abiertas entre La Moncloa y los partidos que sustentan al PSOE. Y ésta clave es primordial en todo lo que ha pasado. Pero la amenaza de Trump siempre de remolinos el mar que pretende navegar el jefe del Ejecutivo.
La Moncloa se ratifica en su posición y planteamiento de no gastar más del 2% del PIB en Defensa, escudándose en la «flexibilidad» pactada con Mark Rutte, secretario general de la OTAN, para gozar de una senda propia de gasto. «Acordamos un desacuerdo», dijo éste el miércoles en La Haya. Pero la consigna en este escenario de amenaza de aranceles a productos españoles es clara: «No vamos a pelearnos con Trump», señalan fuentes gubernamentales. La puesta en escena para por buscar refugio en Bruselas, apelando a que no se habla de España, sino de la Unión Europa, que es un mercado común con la Comisión Europea como punta de lanza para negociar y defender a los países.
«No vamos a entrar al choque con EEUU», es la posición y la consigna. Y se traduce
en el despliegue de declaraciones de los miembros del Gobierno, empezando por el propio Sánchez. «España es un país soberano, amigo de sus amigos y consideramos a EEUU amigos de España. Nosotros lo que queremos es tender puentes no romper ninguno», dijo desde Bruselas, donde participó en el Consejo Europeo.
«Más allá del registro utilizado por el señor Trump que, por otro lado, no sorprende prácticamente a nadie, aquí lo que hay que ir es a los hechos y lo que ha demostrado España y este Gobierno es que somos un socio serio y fiable», argumentó Pilar Alegría, portavoz del Ejecutivo. Hay que «profundizar en la seriedad y previsibilidad de España como economía, y en la seriedad del modelo europeo», ahondó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.
Más contundencia y una puesta en escena más dura mostró la ministra de Defensa, Margarita Robles, que si bien pueden parecer formas distintas, el fondo del mensaje es el mismo: «Nadie le tiene que decir a España lo que tiene que hacer. España es un aliado serio, fiable, comprometido y responsable, que habla menos y cumple más».
«Nuestra intención no es ofender», dicen fuentes gubernamentales, que insisten en que la decisión de no gastar más del 2% del PIB en Defensa «es un compromiso absolutamente compatible con el de sostener y fortalecer el estado del bienestar». Este control de daños que se pone en marcha busca salvar la situación ante la primera potencia económica del mundo y las relaciones diplomáticas, en un momento delicado. Aunque nunca ha habido conexión con la Administración Trump, al que Sánchez ha llegado a definir como «uno de los referentes de la internacional ultraderechista», a día de hoy se sigue defendiendo que la relación diplomática con Estados Unidos es «absolutamente fluida»
Ante la amenaza de Trump, desde el Ejecutivo explican que tienen preparados escenarios para una posible guerra comercial, que habría herramientas para actuar desde un punto de vista nacional, aunque su esperanza es encontrar amparo en Europa y que haya una reacción de Bruselas como representante de los intereses de los 27 miembros de la UE. En el Ejecutivo evitan decir cuáles serían esos mecanismos. Recuerdan que ya a primeros de abril lanzaron un Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial de 14.100 millones para «mitigar» el impacto de los aranceles de EEUU.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que ya se desplazó a EEUU en medio de tensiones por la cercanía mostrada por nuestro país con China, dijo ayer desde Nueva York que España defenderá a sus empresarios «sea cual sea el escenario». «No quiero especular con casuística y escenarios futuros, pero sí mandar un mensaje muy claro para nuestras empresas y productores en todos los sectores: España, de manera bilateral y a través de la UE, estará ahí para defender sus intereses. Sea cual sea el escenario que se dé a futuro», recoge Efe. Fuentes empresariales contactadas por EL MUNDO señalaron ayer que el Gobierno no se había puesto aún en contacto con ellos.
Internacional