<p>En el verano de 2024, <strong>Lu Yuguang</strong>, <strong>un periodista chino empotrado con el ejército ruso en la guerra de </strong><a href=»https://www.elmundo.es/e/uc/ucrania.html» target=»_blank»><strong>Ucrania</strong></a>, murió tras el ataque de un dron ucraniano. Esta fue la noticia que sacaron varios medios chinos. Enseguida, se hizo viral en redes sociales. El luto por el reportero de guerra estrella de la superpotencia asiática, en cambio, apenas duró unas horas. Exactamente hasta que el propio Lu salió a desmentir su muerte. El vehículo blindado en el que viajaba había sido atacado por un dron, pero el periodista resultó intacto.</p>
Lu Yuguang ya ha tenido más de un obituario publicado de manera equivocada por los medios
En el verano de 2024, Lu Yuguang, un periodista chino empotrado con el ejército ruso en la guerra de Ucrania, murió tras el ataque de un dron ucraniano. Esta fue la noticia que sacaron varios medios chinos. Enseguida, se hizo viral en redes sociales. El luto por el reportero de guerra estrella de la superpotencia asiática, en cambio, apenas duró unas horas. Exactamente hasta que el propio Lu salió a desmentir su muerte. El vehículo blindado en el que viajaba había sido atacado por un dron, pero el periodista resultó intacto.
No era la primera vez que se publicaban obituarios, que luego había que borrar, de este veterano reportero de 61 años. Sus colegas ya escribieron sobre su muerte en conflictos en Chechenia y Siria. Pero Lu salía una y otra vez a decir que todavía seguía en pie, micrófono en mano, contando lo que pasaba en primera línea de combate.
Esto acaba de volver a suceder. El jueves, en China, comenzaron a circular rumores sobre que Lu había muerto tras un ataque de drones ucranianos en la región rusa de Kursk. Un día después, Lu, con un estrepitoso vendaje en la cabeza, apareció en varios canales rusos y chinos para decir, de nuevo, que estaba vivo.
Desde el Kremlin, este viernes salió una portavoz para contar que Lu resultó herido en la cabeza en lo que fue un «ataque terrorista y deliberado» contra periodistas que se encontraban en Kursk. La vocera de Putin aseguró que Kiev está intentando «eliminar a los periodistas que tratan de cubrir el conflicto de una manera objetiva». Por supuesto, no hubo mención sobre los 13 periodistas que, según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), han muerto por ataques rusos o los más de medio centenar que han resultado heridos.
Lu es el único periodista chino que lleva desde el comienzo de la invasión cubriendo el conflicto junto a las tropas rusas. Ha trabajado durante más de dos décadas como corresponsal en Moscú para el canal chino Phoenix TV y siempre ha presumido de sus conexiones dentro del régimen de Putin.
Una semana antes de que el líder ruso anunciara en un discurso televisado la «operación militar especial», Lu se encontraba recorriendo la frontera con Ucrania y alertó en sus crónicas de que el ejército ruso se estaba preparando para la guerra.
Algunos veteranos mandos militares rusos conocen a Lu desde la batalla de Grozni, en 1996, durante la primera guerra chechena. En aquellos combates, un paracaidista del ejército ruso, Maxim, encargado de proteger a los corresponsales de guerra enviados desde Moscú, sacrificó su vida salvando la del periodista chino cuando se toparon en la carretera con una mina antipersona.
Lu contó en un artículo que el paracaidista, herido de metralla en el suelo, le pidió antes de morir que cuidara de su mujer, Marina, y de su hijo de dos años, Dennis. Un año después, el chino se casó con la viuda del soldado, con quien tuvo una hija, Anna.
Este episodio lo recuerdan a menudo los medios chinos que destacan las hazañas de su reportero de guerra, quien además se alistó en la Armada de su país cuando apenas tenía 14 años. Fue enviado a un destacamento del Ejército Popular de Liberación (EPL) en la costa de Dalian, cerca de Corea del Norte. Pero a lo largo de su carrera militar, Lu destacó por ser cronista del periódico del ejército y por redactar informes para Pekín sobre las posibles amenazas a la seguridad del país.
Dejó el ejército en 1987 y volvió a su tierra natal, Hangzhou, para trabajar en un periódico local. Escribió una atrevida novela sobre un romance a escondidas que tuvo su comandante con una joven del pueblo donde habían asentado el campamento. Durante años se dedicó a cubrir sucesos locales, hasta que en 1994 se marchó a Moscú y fundó Chinese News, un diario en mandarín de noticias sobre Rusia. El salto a la televisión lo daría poco después y pronto llegaría su primera guerra.
La noticia de que Lu resultó herido en Kursk ha sido uno de los temas más comentados en las redes sociales chinas este viernes, las mismas que se llenaron de cariñosos mensajes de despedida y homenajes cuando se creía que el periodista había muerto cubriendo alguna guerra.
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