Sánchez se «acobardó» en la cumbre de la OTAN: «No se atrevió a defender delante de Trump su negativa a gastar más en Defensa»

<p class=»ue-c-article__paragraph»>Pedro Sánchez no hizo ningún tipo de alegato ni argumentó su rechazo a elevar el gasto militar más allá del 2% del PIB durante la reunión de líderes de la OTAN. El presidente del Gobierno de España «<strong>no se atrevió</strong> a defender su negativa delante de [Donald] Trump», aseguran fuentes aliadas a EL MUNDO. Emplean, en concreto, el término «chicken» para definir su actitud, que se puede traducir por «<strong>cobarde</strong>» o que se «<strong>acobardó</strong>».</p>

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 El presidente del Gobierno no manifestó su rechazo a llegar al 5% del PIB dentro de la reunión, mientras que antes y después sí lo ha hecho. La diferencia: la presencia del líder estadounidense  

Pedro Sánchez no hizo ningún tipo de alegato ni argumentó su rechazo a elevar el gasto militar más allá del 2% del PIB durante la reunión de líderes de la OTAN. El presidente del Gobierno de España «no se atrevió a defender su negativa delante de [Donald] Trump», aseguran fuentes aliadas a EL MUNDO. Emplean, en concreto, el término «chicken» para definir su actitud, que se puede traducir por «cobarde» o que se «acobardó«.

Sánchez sí defendió su postura, por ejemplo, dos días antes de la cumbre de La Haya (Países Bajos) en una declaración sin preguntas. Fue explícito al expresar que para «el Gobierno de España no tiene sentido comprometerse a gastar el 5% del PIB en Defensa». Y en la rueda de prensa posterior a la cita señaló que habría sido «un absoluto error para España» comprometerse con el 5%.

Pero en la reunión, delante del presidente de Estados Unidos, fuentes aliadas insisten en que no dijo absolutamente nada sobre este punto. Que evitó cualquier enfrentamiento, dando así continuidad al comportamiento que exhibió en los prolegómenos de la reunión o, de forma muy notoria, durante la fotografía de familia del miércoles. Es más, añaden que tampoco quiso abordar ninguna cuestión relacionada con Gaza, que es otra de las grandes reclamaciones del Gobierno y en la que se pudo haber producido igualmente un desencuentro con Trump.

Todo esto contrasta, también, con lo sucedido ayer en la cita del Consejo Europeo que se celebró en Bruselas, y en la que también se abordó el gasto en Defensa así como la situación en Oriente Próximo. En este foro, el presidente del Gobierno sí se mostró más participativo, aseguró que «el 5% no es posible«; que «el problema no es numérico sino de capacidades»; habló de «multilateralismo»; y añadió que es necesario «defender el modelo social, la cohesión y la competitividad».

Expuso asimismo que se deben seguir desplegando tropas en la frontera oriental, cerca de Rusia, pero que no se debe ignorar el flanco sur, y puso asimismo énfasis en Oriente Próximo y en el Sahel. En definitiva, todo su argumentario en materia de política exterior que, sin embargo, no sacó a relucir en ningún momento en el seno de la reunión de la OTAN. Y la diferencia entre ambas citas es, efectivamente, la presencia de Trump.

Fuentes gubernamentales, por su parte, dan normalidad a la actitud de Sánchez durante la cumbre de la OTAN y niegan que buscase «una imagen de aislamiento«. La creencia en el seno del Ejecutivo es que hay países que han jugado al «postureo» en el tema del gasto militar porque «después no llegarán al 5%». «Nosotros no es postureo. Es una posición política», defienden.

Desde la delegación española señalan que la reunión a puerta cerrada de los líderes en La Haya transcurrió en un «ambiente distendido y conciliador«. Defiende que, a diferencia de los días previos y todo lo que rodeó la cita, la conversación no se centró en el umbral del 5% y sí en desarrollar las capacidades. «Lo importante», señalan estas fuentes.

Explican también que Trump celebró que hubiera aliados que fueran a llegar ya al 2% del Producto Interior Bruto en gasto en Defensa, pero que también mostró su malestar porque no todos llegaran al 5%. «No entiendo por qué», dijo. Apuntan que hubo alguna intervención favorable a la «flexibilidad» que permite a los países establecer su senda de gasto.

En cuanto a lo pactado en esa reunión de presidentes de la Unión Europea (UE) que ayer tuvo lugar en Bruselas, el Consejo Europeo subrayó «la necesidad de seguir aumentando sustancialmente el gasto en defensa y seguridad de Europa, y de invertir mejor de forma conjunta, señalando también el compromiso asumido en la cumbre de la OTAN de junio por los Estados miembros que también forman parte de la OTAN». Y añadió que «debe acelerarse el trabajo sobre capacidades en las áreas prioritarias identificadas a nivel de la Unión Europea, en plena coherencia con la OTAN».

Esto es, que los líderes que acudieron a la capital comunitaria, incluido Sánchez, decidieron apoyarse y seguir lo acordado en la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de esta misma semana, en la que todos los aliados firmaron alcanzar cinco puntos del PIB en inversión militar. Y, por lo tanto, el presidente del Gobierno de España firmó el acuerdo de la Alianza y está de acuerdo con lo suscrito por el Consejo Europeo apoyándose en ese mismo documento pero, al mismo tiempo, dice que en ningún caso llegará a esa cifra. O así lo hace, al menos, cuando no está Donald Trump delante.

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